El 11 de Marzo de 1915 se estrena El nacimiento de una nación, de D.W Griffith
"Lo que el cine necesita es belleza, la belleza del viento moviéndose entre las hojas de los árboles"
El estreno de la película
supuso todo un hito en la narrativa del cine y consolido a Griffith como el
padre de todos los directores de cine.
En los tiempos del cine mudo, el pionero David Wark Griffith triunfo con una película
altamente controvertida, “El
Nacimiento de una nación”. A esta descomunal película siguió un
proyecto más ambicioso todavía “Intolerancia”
Dada la educación victoriana de Griffith resultaba inevitable que su
gigantesca novelización de la Historia apareciese presidida por dos temas
fundamentales: “La exaltación de la
familia y la nostalgia del viejo Sur como paraíso perdido”. Un tercer tema
la liberación de la raza negra, aparece en cambio como un pretexto para justificar
el nacimiento del Ku-Klux-Klan, presentado como una fuerza dotada de inspiración
divina y reivindicadora de los derechos de los blancos.
Lo que explica que semejante teoría supusiera, en su momento, un
gigantesco escándalo que provoco numerosas manifestaciones ante los cines donde
se proyectaba la película.
Griffith fue el primer gran autor de la pantalla y es que la concepción Griffithiana
de la obra total, aparta definitivamente al cine de sus devaneos teatrales para
meterlo de lleno en el género narrativo con todos los honores. Pues honores y
muchos tuvo la película, que, a pesar de las numerosas críticas suscitadas por
lo reaccionario de su ideología, fue unánime aceptada como un gran paso
adelante en el cine.
Griffith sitúa su película en el periodo que va del inicio de la Guerra
Civil Americana al origen del Ku Klux Klan, pasando por el asesinato de
Lincoln, y estructura la historia como si de un complejo melodrama: con
personajes realistas y cercanos.
Podemos observar en la cinta un
resumen absoluto de todas las técnicas que el director había aprendido a lo
largo de los años anteriores: montaje interno de las secuencias, tamaño de
plano en función del drama; efectos ópticos para marcar transiciones de tiempo;
movimientos de cámara descriptivos; montaje en paralelo de diferentes acciones;
flash-backs; persecuciones espectaculares; climax in-cresendo…
Esta película se convirtió en la más
vista de la breve historia del cine, proyectándose durante varios años a lo
largo de todo el país y en el extranjero (quizás fue la película que más gente
vio antes de la aparición de la televisión). Y es que hasta entonces no se había
hecho un film tan “entretenido”. El
espectador seguía sin pestañear las escenas de acción y se emocionaba en los
momentos dramáticos.
Aunque hoy nos puede parecer una película muda más, incluso algo lenta y
farragosa, en el momento de su estreno el público alucino con este largometraje.
El éxito mundial de “El
Nacimiento de una Nación” sirvió al resto de directores como ejemplo de
las posibilidades narrativas del cine. Fue una especie de reglas de oro o mandamientos del nuevo lenguaje que apenas nadie se
atrevería a cuestionar en los siguientes cuarenta y tantos años durante la era
del cine clásico
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